Conocer bien Australia nos llevaría media vida. La inmensidad de sus regiones es tan amplia como la variedad de paisajes que encontramos: desiertos rojos con rocas sagradas para los aborígenes, escarpados acantilados que nos llevan a descubrir los Doce Apóstoles, o navegar por la Gran Barrera del Coral. El contraste con sus jóvenes urbes metropolitanas donde encontramos los más exquisitos restaurantes, galerías de arte o su famosa ópera.